La oniomanía es un comportamiento compulsivo a través del cual una persona desarrolla una conducta de compra compulsiva. Dicho comportamiento va acompañado de elementos y pensamientos como son, por ejemplo, la preocupación excesiva por las compras, la necesidad de gastar dinero en objetos o la elaboración de rituales de compra ligados a este proceso.
Este trastorno de la conducta, pese a que cada vez es más frecuente, especialmente en población joven, no esta catalogado como tal dentro del DSM como un trastorno específico, sino que quedaría recogido dentro de los “trastornos no identificados”.
A la hora de describirlo, este sería parecido a otros trastornos de adicción como puedan ser el consumo de sustancias o la ludopatía, ya que el individuo que lo padece tiene diversos síntomas que surgen en diferentes momentos similarmente a como sucede en los casos de adicción.
Para entender mejor cómo funciona este trastorno, veremos qué etapas o momentos sufre el individuo a lo largo del proceso de compra.
En primer lugar, tenemos esa aparición de la necesidad inminente de comprar algo, haciendo que aparezcan síntomas como ansiedad, irritabilidad o cambios en el estado de ánimo cuando la persona no puede realizar el acto de compra en el plazo de tiempo que esperaba.
Una vez que aparece la necesidad de compra, suelen aparecer “rituales” de compra que son característicos del individuo y que englobarían a todas aquellas conductas que este realiza de forma previa a comprar el objeto: Mirar tiendas, elegir métodos de pago, usar una ropa concreta, comparar productos, hacer fichas de características, etc.
Estos rituales surgen de la necesidad del individuo de autojustificar su conducta impulsiva de compra, haciendo que no parezca tanto un acto impulsivo en si mismo, sino todo un proceso elaborado, reforzando así que el individuo sea más reacio a reconocer su problema.
El siguiente paso es la compra en si misma, en la que se produce el momento de euforia de forma similar al de un adicto a sustancias al consumirlas, haciendo que el individuo sienta un placer momentáneo por el alivio de todo el cuadro de ansiedad, irritabilidad y estado de ánimo que mencionábamos anteriormente.
No obstante, hay que mencionar que esta satisfacción no es estable y el cuerpo adquiere una tolerancia gradual a esta sensación de euforia. Es decir, a medida que el individuo mantenga su conducta de compra, la satisfacción obtenida irá disminuyendo, haciendo que sea necesario realizar más conductas de compra o compras más caras para obtener ese mismo nivel de euforia.
El último paso ocurre casi al momento de terminar el acto de compra y es la aparición de síntomas como la culpa, rencor, estado de ánimo bajo o pensamientos relacionados con abandonar esta conducta de compras.
Aunque pueden ser muchas las causas que lleven a un individuo a sufrir este trastorno, muchas veces el origen es la necesidad de tener un escape emocional de una situación que no puede resolverse y que produce malestar, haciendo que se busque una satisfacción a través de la conducta de compra.
En estos casos, la detección precoz es esencial, aunque muy compleja debido al gran consumismo actual y la dificultad de ver de forma clara si es una conducta normal o no. Este consumismo a su vez contribuye a que aparezcan más casos relacionados con este trastorno especialmente en población joven.
Como último dato, decir que este trastorno tiende a darse más en mujeres que en hombres y con una mayor intensidad, enfocándose en ropa y objetos de belleza en mujeres y en aparatos tecnológicos en hombres.
En cuanto a cómo prevenir este tipo de conductas de compra compulsivas dejamos algunos consejos:
– Evitar las compras de última hora
– Evitar el coche al ir a tiendas
– Hacer listas de compra y presupuestos de gastos
– Evitar ir de tiendas con estados de ánimo alterados (euforia/tristeza)
– Tiempo de espera: Si sientes la necesidad de comprar algo, espera unas semanas para ver si transcurrido ese tiempo sigues sintiendo esa necesidad. Generalmente esta suele desaparecer si el objeto deseado no supone una necesidad real.

